Vamos a introducirnos en un aspecto complejo sobre el cannabis, y algo científico. Pero no os asustéis: vamos a intentar explicarlo de tal manera que resulte compresible para todos. Como cultivadores, siempre buscamos la mejor planta posible. Y para conseguirla es necesario que mezclemos diferentes tipos de planta (cada una con una genética diferente), para conseguir una especie de superplanta de marihuana que nos permita sacar el máximo partido al proceso de cultivo. Con esta introducción, menos técnica, nos adentramos en la genética cannábica o genética del cannabis, con el objetivo final de explicar cómo conseguir una variedad estable (que sería ese concepto de superplanta al que nos referíamos con anterioridad).
Para ello, tenemos que empezar hablando de los fenotipos. Cuando cruzamos una madre y un padre obtenemos una descendencia híbrida con una serie de fenotipos, que serían las características o rasgos observables en un organismo, como por ejemplo, su forma externa o sus propiedades bioquímicas.
Empezaréis a entender que, a base de cruces, conseguiremos los fenotipos que más nos gustan a los cultivadores. Es decir, conseguiremos una planta de marihuana con las propiedades bioquímicas que sabemos que mejoran el producto. Se trata de jugar con la evolución y la genética con el objetivo de ir fabricando cada vez un cannabis con más propiedades. ¿Somos una especie de Dios jugando a crear nuevos seres? En cierto modo, sí.
Este juego puede tardar muchas generaciones. Hay que dar muchos pasos para conseguir estabilizar a una variedad de marihuana. Para ello se cruza a una madre y un padre sanos y criados con el objetivo de que se produzca descendencia híbrida. Sus progenitores tendrán unos niveles de variabilidad y previsibilidad, en función de sus padres.
¿Qué es la variabilidad?
La variabilidad es la gama que ofrecen diferentes fenotipos cuando se mezclan dos variedades distintas para formar plantas hibridas.
¿Qué es la previsibilidad?
La previsibilidad es la proporción que se calcula sobre la distribución de los diferentes fenotipos. Esta probabilidad se centra en la genética de la marihuana. Cuando se cruzan padres de variedad estable, es probable que el 50% de la descendencia se parezca por igual a ambos padres. De este porcentaje, el 25% heredará rasgos más afines a la madre y el otro 25% restante se parecerá más al padre.
Diferencias entre “variedades estables” y “variedades genéticamente puras”
La variedad genéticamente pura es aquella que poseen las plantas de marihuana que producen una descendencia uniforme en la que predomina un fenotipo. En relación a los hermanos, no se encuentra ninguna o, en su defecto, muy pocas diferencias entre ellos, creándose ejemplares casi idénticos. Esta variedad suele ser típica de las plantas locales o de las plantas que han sido cultivadas de forma tradicional.
No obstante, también se usa la expresión “genéticamente puras” para referirse a los rasgos individuales de cada marihuana pero que siempre se repiten como puede ser el color morado de sus hojas.
Características de los padres estables
En términos generales, los padres de variedad estable tienen una descendencia con rasgos predecibles y de característica homocigota. Sin embargo, presentan una mayor variación que las variedades genéticamente puras.
Por el contrario, al mezclar padres inestables, ya sean los dos o solo uno de ellos, se obtienen descendientes heterocigotos, que pueden presentar rasgos impredecibles y variantes entre un hijo y otro.
Los rasgos dominantes de ambos padres se mezclan para crear la base genética de la próxima generación de plantas de marihuana. Hibrido filial 1 es el nombre que se usa para hacer referencia al cruce entre dos padres que no están relacionados entre sí.
Genética de la marihuana: cruces
Para mejorar el porcentaje de previsibilidad de las plantas de marihuana es necesario juntar a varias generaciones de hermanos, machos y hembras. Éstos serán seleccionados en función de sus rasgos más importantes, como son los rasgos deseados que acaban convirtiéndose en dominantes, a diferencia de los rasgos indeseados que se acaban eliminando de forma gradual.
Existe un método muy utilizado y útil para conseguir variedades estables. Se trata de retrocruzar plantas con variedades de generaciones anteriores. Tanto los cruces como los retrocruces dan lugar a plantas de marihuana con rasgos deseados. Sin embargo, la acción de producir cannabis únicamente de rasgos deseados puede provocar una escasez de material genético, el cual a su vez provocaría un nivel de endogamia realmente perjudicial tanto para la salud como la sostenibilidad de la variedad de marihuana.
La endogamia de las variedades es conocida como depresión por endogamia. Cuando esto sucede, se debe recurrir rápidamente a la exogamia. Se trata de un proceso en el que se introduce en la mezcla a un nuevo padre, que no está relacionado ni con la madre ni con los hijos. De esta forma, se consigue enriquecer la diversidad con la exogamia ya que la descendencia presentará rasgos diferentes.
En Sputnik Seeds, nos renovamos día a día, seleccionando cuidadosamente en proceso de cruces, tanto en nuestras semillas feminizadas como en nuestras autoflorecientes.