Cultivo de marihuana

A continuación repasamos todos los aspectos relacionados con el cultivo de marihuana en España. Desde la normativa legal, con cambios recientes que afectan expresamente al cultivo de esta planta, hasta los elementos necesarios para llevarlo a cabo, tipos de semilla, el paso a paso y consejos generales para saber exactamente cómo cultivar marihuana con las mayores garantías de éxito.

1. Ley de ciudadanía sobre el cultivo de marihuana 6. Cómo regar plantas de marihuana
2. Tipos de semillas y variedades a la hora de plantar marihuana 7. Como utilizar los abonos para marihuana
3. ¿Cuándo plantar marihuana? 8. Cómo cosechar marihuana
4. Sembrar marihuana, la germinación 9. Secado de la marihuana, post cosecha
5. Plantar semillas de marihuana

GUA-DE-CULTIVO-CANNABICA

  1. Ley de ciudadanía sobre el cultivo de marihuana

El cultivo de marihuana no está permitido en España. El artículo 368 del Código Penal cataloga la actividad como conducta delictiva, mientras que en la Nueva Ley de Seguridad Ciudadana se relatan las infracciones administrativas si se realiza esta actividad. Dicho esto, existe un párrafo en el artículo 20 de la conocida Ley Mordaza que ha abierto la posibilidad al autocultivo, en una serie de condiciones específicas.
En concreto, dicho reglamento añade, con respecto a la prohibición del cultivo de marihuana, la coletilla “en lugares visibles al público”. Por tanto, juristas y expertos en materia legal establecen como conclusión que el autocultivo sí estará permitido, y no será una infracción grave, cuando éste se realiza en interior, en partes no visibles desde el exterior.
Sin embargo, si un juez determina que el cultivo de cannabis se está realizando en espacios públicos, el cultivador estará expuesto a una infracción administrativa grave que podrá suponer el desembolso de hasta 30.000 euros más la retirada de las plantas o semillas de cannabis así como de los medios de cultivo de marihuana.
En la actualidad no existe ninguna norma o ley que establezca unos límites exactos a la hora de poseer marihuana para uso propio. Igualmente, no hay constancia de ninguna hoja de ruta que especifique la cantidad máxima de cannabis que una persona puede consumir sin recaer en una infracción grave.

  1. Tipos de semillas y variedades a la hora de plantar marihuana

  1. Semillas de marihuana autoflorecientes y feminizadas

Las semillas automáticas o autoflorecientes son aquellas que florecen de forma automática, es decir, no necesitan estar expuestas a ciclos de luz ni que se eliminen las plantas machos para poder florecer. Por otro lado, este tipo de semillas de marihuana presentan un crecimiento mucho más rápido que las semillas de cannabis normales. De la misma forma, su linaje es más robusto y, por ello, presentan una mayor resistencia de cara a las heladas, las plagas, el moho o las infecciones fúngicas. En el caso de cultivar en exterior semillas autoflorecientes, los cultivadores llegarán a obtener dos o más cultivos durante el verano.
Las semillas feminizadas, por su parte, son aquellas que únicamente producen plantas hembras. Como ya es sabido, en el cultivo de marihuana se obtienen más plantas machos que hembras, cuyo sexo viene determinado por los cromosomas X e Y. Si salen dos cromosomas XX, la planta será hembra y si hay un cromosoma X y otro Y la planta es macho. En el caso de las semillas feminizadas, es necesario obligar a las plantas hembras a producir flores machos. Es decir, se convierte a la planta hembra en hermafrodita y, de esta forma, se consigue que produzca plantas hembras.

  1. Semillas sativas e indicas

Las semillas de cannabis sativa e indicas se diferencia en varios aspectos desde el punto de vista práctico. Desde el enfoque científico son idénticas ya que ambas reciben el nombre de Cannabis Sativa L.
En primer lugar, las sativa destacan por su gran tamaño mientras que las indicas son más pequeñas aunque presentan un crecimiento y una floración (entre 45 y 60 días) más rápida que las sativas (entre 60 y 90 días). Otra diferencia es que las primeras de ellas poseen propiedades psicoactivas mientras que las indicas no.
Pero si por algo se diferencian ambas semillas es por el efecto que producen. El efecto de las plantas sativas se llama “Colocón”, debido a que producen una relajación física y mental a través de los sentidos del tacto, el gusto y el oído. Por su parte, el efecto de las plantas sativas de denomina de “Subida” ya que tienen repercusión sobre el cerebro, potenciando la creatividad y regalando momentos de risa, felicidad y energía en estado puro.

  1. El THC y CBD de una planta de marihuana

El THC o Tetrahidrocannabinol es un componente psicoactivo que encontramos en las plantas de cannabis. Su función es proteger a las plantas de la acción de los agentes externos, es decir, de las radiaciones ultravioleta o del ataque de los animales herbívoros, entre otras cosas. Centrándonos en los efectos del THC, tiene efectos farmacológicos al mezclarse con los receptores de cannabinol, que se encuentran en el cerebro y en el cuerpo humano. Por otro lado, presenta efectos analgésicos ya que minimiza los dolores y provoca modificaciones en la fatiga. Aunque el THC también crea un incremento del cansancio y del apetito.
El CBD o Cannabidiol, por su parte, no es psicoactivo. Sus efectos se centran sobre el THC ya que consigue reducir el efecto de euforia que genera el Tetrahidrocannabinol, además de disminuir la velocidad con que desaparece el THC del organismo gracias a que actúa en el metabolismo del mismo en el hígado. En cuanto a sus efectos, el CBD provoca sedación y reduce los dolores al inhibir las transmisiones nerviosas relacionadas con este efecto. Además, el CBD tiene una función anticancerígena y actúa sobre la epilepsia infantil, la fibromialgia o el síndrome de Tourette.

  1. Variedades de SPUTNIK SEEDS recomendadas

Feminizadas Autoflorecientes
Todas las feminizadas
Variedades con más THC
Variedades más PRODUCTIVAS
Todas las autoflorecientes
Variedades más óptimas para exterior
Variedades más óptimas para interior
  1. ¿Cuándo plantar marihuana?

  1. Fases de crecimiento de una planta de marihuana

A la hora de cultivar marihuana, la primera fase por la que pasan las plantas de cannabis es la germinación. Durante esta fase, las semillas necesitan grandes dosis de agua debido a su sequedad, lo que provoca que se abran. Debemos tener cuidado de no regar las plantas demasiado, ya que un exceso de agua podría ahogarlas y matarlas. Para que comiencen a germinar, las semillas deben estar hundidas en el sustrato, proceso que se llevará a cabo cuando tengan el agua suficiente. Después, irán apareciendo las primeras hojas que reciben el nombre de cotiledones. Una vez la fase de germinación esté más avanzada, será momento de añadir los fertilizantes y los estimuladores.
Después viene la fase de crecimiento. Una vez que salen las primeras hojas, se considera que la planta ha entrado en esta fase. No debemos dejar de regar las plantas para que estén húmedas y su crecimiento sea más eficaz. Para mejorar la salud de las plantas de marihuana y acelerar el proceso, podemos recurrir a los abonos de crecimiento. Eso sí, debemos suministrar a las plantas nitrógeno y estar atentos a que los niveles de pH estén entre el 5,8 y el 6,8.
Cuando la planta ya haya crecido por completo, entra en la fase de floración, es decir, cuando nacen las flores. Es primordial que las plantas estén expuestas a 12 horas de luz y a 12 horas de oscuridad. En esta fase no podremos echar ya ningún tipo de fertilizante, al menos durante las últimas semanas, para permitir que salgan de calidad y su sabor sea mejor.
Después pasaríamos a la fase de cosecha, donde cortaremos los cogollos o las flores una vez estén maduras. Debemos esperar a que las ramas estén totalmente secas. Para averiguar cuando es el momento oportuno, podemos doblar una rama y ver si se dobla –entonces estará húmeda- o si se rompe –estará seca-. Este proceso de secado puede llegar a durante tres semanas cuando se tratan de ramas grandes o una semana cuando los cogollos son más pequeños.
Cuando tengamos ya los cogollos en nuestra posesión, debemos pasar a la fase de cura para obtener un resultado de mucha más calidad. La curación se realizará dentro de tarros de cristal, los cuales guardaremos en lugares donde no entre la luz durante dos o cuatro meses, aproximadamente. Durante esta fase, el color de las plantas irá cambiado de forma ligera debido a que la clorofila de su interior se rompe. Asimismo, el sabor pasará a tener un aroma más purgente como consecuencia de la fermentación.

  1. Fechas para plantar marihuana

No existe una norma básica para cuándo plantar marihuanas, pero sí es recomendable hacerlo durante los meses en los que los días son más largos y gozamos de mayor número de horas de luz natural cuando cultivamos marihuana en exterior. Esto se debe a que las plantas necesitan una media de 16 o 18 horas de luz al día para que crean sanas. Por ello, en Europa los mejores meses para cultivar marihuana son entre mayo y junio, coincidiendo la fase de floración durante los meses de agosto y septiembre, aproximadamente. Por lo tanto, no dejará de crecer hasta que llegue el otoño, donde las horas de luz se reducirán a 12 y la floración llegará a su fin.

  1. Sembrar marihuana, la germinación

  1. Consejos para germinar semillas de marihuana

Las plantas de marihuana necesitan sus tiempos para crecer, reposar y madurar. Durante las dos últimas fases, las plantas de cannabis no experimentan ningún crecimiento, por lo que si queremos que vuelvan a crecer debemos recurrir a la germinación. Durante este proceso es fundamental contar con agua, oxígeno y crear una temperatura estable y moderada en torno a las plantas.
Después de cumplir con estos requisitos, deberemos tener cuidado con las plántulas de las plantas de marihuana, ya que son realmente frágiles y se pueden romper. Estos elementos nacen de los gérmenes que a su vez aparecen durante la fase de germinación. ¿Cómo es el proceso? Las semillas se hinchan al recibir agua del riego y penetrarse en el sustrato, provocando la aparición del germen y, posteriormente de las plántulas.
Otro consejo es no abusar del agua que se le echa a las plantas. Es cierto que necesitan estar húmedas para su crecimiento sano pero eso no significa que la ahoguemos. La cantidad de agua debe ser minuciosa sobre todo durante las tres primeras semanas de la fase de germinación. Si nos pasamos con el agua, las plantas de cannabis podrían llegar a quemarse.
Un tercer consejo que puede resultar obvio pero que muy pocos cultivadores cumple a rajatabla es tener paciencia. Cuando tenemos ansias por disfrutar de nuestra planta de marihuana, tendemos a cometer errores provocados por la anticipación. Debemos dejar que la germinación se produzca a su ritmo, pudiendo durar un periodo de tiempo diferente en cada caso.

  1. Métodos para germinar semillas de marihuana

  • Germinación casera

Antes de ponernos manos a la obra con este proceso de germinación de las semillas de marihuana es preferible dejar reposar las semillas en un vaso con agua con el fin de conseguir que le cáscara se ablande y así el proceso sea más sencillo. Después, colocaremos las semillas sobre un trozo de papel de cocina húmedo. En el caso de que el papel se seque, lo volveremos a mojar sin abusar del agua para no matar a las raíces. La germinación debe realizarse a una temperatura media de 20 o 25 grados.

  • Germinación en método de cultivo

En este caso, la germinación la llevaremos a cabo en un medio de cultivo con tierra o sustrato. Colocaremos las semillas sobre la tierra después de dejarlas en agua durante un tiempo y las introduciremos a una profundidad de unos 5 o 10 centímetros creando un agujero. Posteriormente, las taparemos con sustrato y las regaremos, creando una temperatura también de entre 20 y 25 grados.

  • Germinación en lana de roca

En este proceso meteremos las semillas dentro de bloques de lana de roca. Luego las regaremos y posteriormente introducimos todo en una cubeta de plástico. Si este recipiente tiene la tapa alta, es mejor, ya que así conseguimos mantener el agua más tiempo. Dicha cubeta la colocaremos dentro de un lugar totalmente oscuro pero con temperatura cálida. Pasados dos o tres días, las semillas germinarán.

  • Germinación con turba o Jiffy de invernaderos

Dentro de estos sistemas de germinación, es necesario someter a las semillas a bastantes horas de luz con el fin de que obtengan mucha energía y crezcan de forma rápida. Gracias a la turba o Jiffy, las hojas de las plantas actúan como si de paneles solares se tratasen, por lo que reciben más cantidad de luz y, por lo tanto, crecen más las hojas. En caso de que las plantas estén escasas de nutrientes, se podrán de un color más oscuro y si no reciben alimento rápidamente se volverán amarillas.

  1. Plantar semillas de marihuana

  1. Cómo trasplantar marihuana

A la hora de plantar las semillas de cannabis, tenemos dos opciones. Una de ellas es comenzar el proceso de cultivo de marihuana sobre una maceta o recipiente pequeño ya que al principio la planta no necesita demasiado espacio o plantar las semillas directamente sobre la maceta en la que se va a producir prácticamente todo el proceso.
La maceta la colocaremos en un lugar que reciba directamente la luz del sol y humedeceremos el sustrato, el cual no puede incluir un exceso de nutrientes. Después haremos pequeños agujeros en la tierra para colocar dentro las semillas dejando la raíz boca abajo y las taparemos con una fina capa de tierra. Después de tres días, las plantas comenzarán a asomar por el sustrato. Hasta que no hayan crecido por completo no podremos pasarlas a otra maceta si hemos elegido la primera opción.

  1. Sustratos para marihuana, que tierra utilizar

Ya sabemos que los sustratos no deben tener una elevada cantidad de nutrientes, sobre todo cuando las semillas están recién germinadas. En este sentido, el sustrato debe ser orgánico, pudiendo encontrar sustratos con más o menos nutrientes. Los sustratos normales son los que contienen los nutrientes necesarios para el ciclo vegetativo de la planta. Por su parte los sustratos light son aquellos con menor porcentaje de nutrientes.

No obstante, también podemos encontrar sustratos inorgánicos que pueden ser de lana de roca, arlita, fibra de coco o arena de río. Estos sustratos permiten la correcta oxigenación de las plantas de marihuana.

  1. Horas de luz en las plantas de marihuana

Las horas de luz de las plantas de cannabis varían en función de la fase en la que se encuentren. En el inicio del proceso de cultivo de marihuana las plantas necesitarán horas de luz pero no deberemos abusar de ellas. La oscuridad también será clave para el correcto crecimiento de las mismas.
En la fase de crecimiento es cuando la luz juega un mayor papel. En este periodo, las plantas deberán estar expuestas entre 16 y 20 horas al sol. Los ciclos los podemos combinar como prefiramos: 18 horas de luz y 6 de oscuridad, 20 horas de luz y 4 de oscuridad o 16 horas de luz y 8 de oscuridad. Eso sí, menos de 16 horas de luz durante la fase de crecimiento es un gran error porque estaríamos provocando su florecimiento de forma prematura. Tampoco es aconsejable exponer a la luz más de 24 horas.

  1. Cómo regar plantas de marihuana

El agua es el principal requisito para que las plantas de marihuana crezcan sanas y fuertes. El sustrato y las plantas deben estar húmedos durante todo el proceso de cultivo de marihuana, aunque nunca deberemos ahogar a la planta con un exceso riego. Por lo general, el volumen de agua debe representar un cuarto del volumen de la maceta.

  1. PH y EC del agua

El pH o Potencial de Hidrógeno es un indicador del grado de acidez del agua. Este pH oscila entre el 0 y el 14. Es la medida utilizada por los cannabicultores para saber cuál es la acidez del agua con la que se riega a las plantas. El pH de esta agua debe estar entre el 6,2 y el 7, ya que si nos salimos de esta franja podemos estar dificultando la absorción de nutrientes por parte de las plantas de cannabis. Además, superar los niveles de pH provoca una ausencia de Hierro y Magnesio y dejarlos por debajo del 6,2 genera carencias de Calcio y Fósforo, entre otros nutrientes.
Por su parte, el EC del agua hace referencia a la electroconductividad. Esta propiedad influye en el crecimiento, la producción y la salud de las plantas de marihuana, ya que indica la cantidad de sales y nutrientes que contiene el agua. Debemos tener cuidado porque un elevado volumen de sal podría matar a las raíces.

  1. Tiempos de riego

Los tiempos de riego estarán marcados por las necesidades de las plantas. Deberemos suministrarles agua cuando veamos que la tierra está comenzando a estar seca o la propia planta. El objetivo es mantener la humedad en todo momento, sin llegar a ahogar a las plantas de cannabis.
A la hora de regar las plantas tenemos dos opciones: verter un cuarto respecto al volumen de las macetas cada vez que vayamos a regar con el fin de realizar esta acción 2 o 3 veces al día o echar una cantidad más elevada de agua al comienzo del cultivo para que sea la planta quién absorba el agua según sus necesidades. En esta última opción debemos regar las plantas cada 2 o 3 días.

  1. Consejos para regar las plantas de marihuana

El primer consejo es no abusar del agua. Demasiada cantidad de agua puede provocar la muerte de las plantas. En este sentido, debemos evitar vaporizar agua sobre las plantas más de una o dos veces por semana. De lo contrario, las raíces se volverán “vagas” ya que no saldrán a buscar agua en el sustrato.
Durante el cultivo de marihuana no es aconsejable abusar del uso de fertilizantes, es más, algunas fases del crecimiento de las plantas no necesitan ni siquiera la ayuda de estos productos químicos. El continuo vertido de fertilizantes sobre las plantas genera una corteza seca en la superficie de la tierra que impide el crecimiento de las plantas. En estos casos, podemos romper con cuidado esa corteza. Para prevenir esta situación, podemos echar agentes humectantes naturales.
Y, por último, en la fase previa a la cosecha, las plantas consumen menos cantidad de agua. Por ello, reduciremos el volumen del riego y así evitaremos la creación de moho en el sustrato y la producción de resina.

  1. Como utilizar los abonos para marihuana

  1.  Como usar abonos de crecimiento y floración

Los abonos de crecimiento son aquellos que ayudan a que el crecimiento de las plantas se produzca de una forma más eficaz y sana. Estos abonos se utilizan durante la fase de prefloración de las plantas de cannabis hasta que se llega a la fase de floración. El crecimiento de las plantas comienza cuando ya se puede distinguir si son machos o hembras. Cuando llega ese momento, deberemos dejar de usar los abonos de crecimiento y comenzaremos a usar los abonos de floración hasta que las flores empiezan a salir.
Por lo general y según se indica en las tablas de cultivo, los abonos de crecimiento se utilizan a partir del día 13 con una dosis del 25%, aunque la fecha dependerá del crecimiento particular de las plantas. Subiremos la cantidad al 50% después de tres días y después de que pasen tres días más ya echaremos el 100% del abono de crecimiento.

  1. Aditivos, estimulantes para marihuana

Los enraizantes y estimuladores son considerados aditivos. Los primeros de ellos se pueden comenzar a utilizar a partir del cuarto o quinto día desde que comenzamos con el cultivo de marihuana. Eso sí, debemos fijarnos previamente que la plántula asoma ya por el sustrato. En un primer momento la dosis será del 25% que no subiremos al 50% hasta llegar al día 13 y al 100% en el día 16. Los enraizantes se dejan de utilizar a los 19 días.
Los estimuladores de crecimiento se usan en la fase de prefloración dentro de la etapa de crecimiento. En el resto de etapas se usa un estimulador de floración hasta que la planta de marihuana llega a la fase de prefloración donde no se usa ningún estimulante.

  1. Cuidados de la planta

El seguimiento del desarrollo de las plantas de marihuana es la principal premisa para asegurarnos de que crecen sanas. Sin embargo, este seguimiento no se basa solo en aportar a las plantas los nutrientes o las horas de luz que necesitan en cada fase. También es necesario mantenerlas alejadas de las plagas y la acción de los insectos que pueden llegar a generar trastornos o enfermedades en ellas. Entre las plagas más venenosas encontramos:

  • La Araña Roja, cuya acción es distinguida por dejar puntos blancos sobre la plantas. Para evitarlo, la marihuana debe poseer una buena hidratación.
  • La Mosca Blanca se alimenta de la savia de las plantas, provocando el color amarillo en las mismas y la sequedad de las hojas. Generan la enfermedad de la Fumigina.
  • El Botrytis o moho-gris es un hongo que aparece cuando las plantas tienen un exceso de humedad. Se impide con la utilización de deshumificadores.
  1. Cómo cosechar marihuana

  1. Cuándo cortar las plantas de marihuana

A la hora de realizar la cosecha debemos fijarnos en tres puntos clave. El primero de ellos es orientarnos por la fecha aproximada que nos ha indicado el productor el día que fuimos a comprar las semillas. Otro punto es prestar atención al color marrón de los pistilos como síntoma de maduración. Y, por último, los tricomas deben tener forma de seta y presentar un color lechoso.

  1. Cómo pelar cogollos de marihuana

Una vez obtenidos los cogollos, deberemos cortar sus hojas y quedarnos con las flores que son la parte con mayor principio activo. Las hojas podemos quitarlas con unas tijeras o con una peladora de cogollos. Este último método es el más recomendable debido a su facilidad y rapidez. Con las tijeras debemos ir quintando las hojas de una en una y con mucho cuidado.

  1. Secado de la marihuana, post cosecha

El secado de la marihuana es el último paso del cultivo. Después de obtener y cortar las hojas, es necesario pasar a su secado. Para ello, las dejaremos en un lugar que esté seco pero a la vez fresco y que no penetre la luz. En caso de ser ramas manicuradas las podremos secar en secadores de red o tenderlas mediante hilos.
Después de que pasen dos o tres semanas, pasaremos al proceso de curado de las plantas de marihuana. Este paso no se puede hacer su las ramas no están secas por completo. Colocaremos la marihuana en cajas que sean de cartón o de madera sin barnizar y las dejaremos durante dos o tres semanas. Cada día es necesario abrir un poco las cajas y voltear el cannabis. Una vez pasado el tiempo estimado, la marihuana estará crujiente y lista para su consumo.

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